marem ladson
Marem Ladson está siendo un de las grandes revelaciones de la música española de los últimos tiempos. Tras debutar en primavera de 2018, con un primer álbum homónimo que ha cosechado críticas entusiastas, ha participado en un sinfín de festivales (FIB, Vida, Noroeste, Sinsal, Ribeira Sacra, Ewan Fest...)
No es un disco normal. Resulta bastante increíble que alguien grabe un primer disco con apenas 19 años y presente este nivel de imaginación compositiva, profundidad en las letras y capacidad de interpretación. Pero es que casi nada en la vida de Marem Ladson resulta muy normal. Su precoz talento, su seguridad sobre el escenario, la madurez con la que controla cada aspecto de su carrera sorprenden inmediatamente.
Esta aparición estelar se ha ido forjando en presencias en escenarios y festivales como si tal cosa. Con apenas un single ("All My Storms", 2017) llamó la atención de medios y programadores, catalogando a la gallega/estadounidense -madre de Ourense, padre de Nueva York, jugador de baloncesto que vino a jugar a España- como una de las promesas más firmes del panorama musical.
Esa promesa se hace realidad en su disco de debut homónimo. Compuesto por once canciones que se pasean por el pop, el rock y el folk y grabado de la mano de Brian Hunt y Juan Diego Gosálvez en El Invernadero (Madrid), suena inquieto, ambicioso, especial. Hay espacio para jitazos como "Shades of Blue", primer adelanto del elepé; también para clásicos instantáneos como "Everything I've Ever Lost (Is Coming Back)"; elegantes y emocionantes canciones introspectivas ("For and About", "My Corazón") y piezas que insinúan que el futuro camino creativo de Marem será apasionante ("Coming Home", "Losing Control"). Temas que hablan de autoafirmación, del paso la vida adulta y de ser una mujer adolescente. No es un disco normal.